Después de 7 quimioterapias, Jorge está listo para su cirugía, la cual será el 10 de diciembre en Toronto. Hemos visto la gracia de Dios en todo momento, le han pospuesto la quimioterapia #8 por qué lo ven muy bien y listo para esta cirugía. Aún quedará otro camino por recorrer pero vamos un día a la vez. Viendo cosas maravillosas, el tumor ya no es perceptible, no se palpa, no se ve, no está! El 4 de diciembre es la resonancia magnética para terminar de armar el plan para su cirugía, Jorge me pregunta inteligentemente, que le van a quitar si ya no tiene la bola... Los doctores quieren remover el tejido que se haya dañado para evitar que se vuelva a formar el tumor. Jorge sigue fuerte, atento a las indicaciones, sabio en su manera de actuar, firme en la oración y enseñándonos a confiar. Con preguntas que no se me ocurrirían a mi, preguntas que vienen de su corazón, con cuestionamientos válidos y que me sorprenden, con sabiduría de allá, de muy arriba... Nosotros como padres, haciendo preparativos, a veces confiados, en exceso, sabiendo que nada podemos hacer pero confiando en quien lo puede hacer todo... A veces inquietos, nuestra naturaleza humana... Pero pronto volvemos a su trono, pronto volvemos al clamor, y después la paz... Aquella que no tiene entendimiento. Un día más, un día menos, un día contigo, un día para ti, un día que respiro, un día que agradezco, un día no perdido, un día de tu amor. Gracias Dios, por estar, por siempre estar.